viernes, 29 de octubre de 2010
Juegos imperceptibles
La espuma cubría mi cuerpo, el vaho invadía la instancia. Cerré los ojos dejándome llevar por la música que salía a través de los cascos; Billy Joel y las canciones de su albúm Turnstiles...
Mi mente retrocedió a lo sucedido tan solo unos días antes y a aquella conversación que sin saber cómo ni porqué acabó como acabó con los dos como Dios nos había traído al mundo, recorriendo vía cámara web nuestras mutuas anatomías notando como reaccionaban ante las palabras que nos dirigíamos... Después de la discusión que tuvimos meses atrás, después de haberlo arreglado no me hubiera imaginado que se volvería a repetir. Solo esperaba que el asunto no se volviese a torcer. Pero como solía decir M. que me quitasen lo bailao... esa noche lo había pasado más que bien y ver como el semen escapaba de su polla contemplando como yo misma me masturbaba me había provocado un orgasmo en ese mismo instante...
Me había pellizcado los pezones como él me había pedido, me había follado a mi misma con los dedos siguiendo sus instrucciones unas veces lentamente, otras con rapidez. Mi vibrador había trabajado incansablemente mi sexo. Notando como mi coño se iba mojando y mi frente se perlaba de sudor... No era un día especialmente caluroso, de hecho ya más cercano noviembre que septiembre empezaba a hacer fresco... pero mi cuerpo emanaba calor por sí mismo...
Iba notando como su miembro iba cobrando dureza a medida que le contaba como se la comería, como permitiría que mi boca recorriese toda su longitud, como dejaría que mi lengua jugase con su prepucio. Como me tumbaría sobre él para frotar mi piel contra la suya, y mi sexo frente al suyo... haciendo amagos de dejarle entrar pero retrocediendo... Sabía que eso le volvería loco...
Veía sus ojos brillantes... y oí a través de los altavoces de mi portátil como un gemido se escapaba de su boca en el momento que un chorro de lefa brotaba de él para caer sobre su abdomen. Me dio tiempo a escribir que ojalá se hubiese corrido en mi boca para paladearle. Y en ese momento la que tocó el éxtasis fui yo misma.
La canción que sonaba en esos momentos era concretamente I've loved these days e irónicamente si que sentía eso por los días pasados... los adoraba... La cena había salido especialmente bien, él había acudido a ella y desde un primer momento había notado como de vez en cuando me desnudaba con la mirada. No estaba segura de que fuera oportuno dejarle hacer más, dar paso a que lo virtual se tornase real. De ahí que me hubiese puesto pantalones en vez de la falda que en principio tenía previsto...
Habíamos acudido después al local de un familiar que me dejaría las llaves porque ese día cerraban relativamente pronto y así nosotros podríamos alargar la noche si lo queríamos. Varios gin tonic después las dudas sobre dejarle ir a más se habían disipado porque yo misma estaba a mil... sus dedos habían recorrido la piel de mi mano de manera casi imperceptible y mis dedos habían jugueteado con los suyos de manera sutil. Nuestros amigos ni se habían dado cuenta.
Cuando a eso de las 4 de la mañana me dejaron las llaves en las manos después de que el local ya estuviera vacío las dos parejas con las que habíamos ido también dijeron que era tarde y que se retiraban. Sus ojos castaños se clavaron en los míos y mentalmente le dije que le deseaba... Debió de leerme la mente porque media hora después completamente solos ya sus labios devoraban los míos...
Nuestras lenguas eran un ir y venir de encuentros y desencuentros. Nuestras salivas se mezclaban. Nuestras manos exploraban cada recoveco enervando nervios, aumentando en varios grados la temperatura de nuestros cuerpos y del local... Me tumbó sobre una mesa desabrochando el botón de mis vaqueros negros y deslizando los pantalones por mis piernas... piernas que con un enérgico movimiento abrió... Mi tanga de color claro estaba notoriamente mojado... bajó su rostro hacia mi sexo inhalando profundamente mi olor de hembra en celo... ummm, me sentía salvaje y deseosa de una única cosa sexo y más sexo...
Su lengua salió de entre sus labios para pasar suavemente por encima de mi ropa interior y un dedo se introdujo por debajo de ella para acariciar levemente la parte externa de mi coño. Recuerdo que le dije que no se andase con miramientos pero levantando la cabeza de mi entrepierna su respuesta fue que esa noche acaba de empezar y que aún faltaban muchas horas para que acabase. Supongo que no estando seguros de que un encuentro como este pudiera volver a suceder estábamos dispuestos a hacer que durase lo más posible.
Y mientras una de sus manos seguía recorriendo la piel de mi coño depilado, otra había ascendido por debajo de mi camiseta y colado bajo mi sostén para magrear con delicadeza pero sin pausa mi seno derecho... Noté como con los dientes me retiraba el tanga dejándome desnuda y entonces sí... introdujo dos dedos dentro de mi mientras su lengua giraba incesante sobre mi clítoris, mientras sus dientes a veces se entretenían mordisqueándolo...
Y un gemido escapó de mi garganta. A mis oídos llegó la frase de que podía gritar porque allí nadie nos iba a oír pero no me daba tiempo a explicarle que tantos años de masturbarme rodeada de mi familia habían hecho que cobrase la habilidad de correrme en silencio... Mucho me tendría que excitar, y era más que probable que lo consiguiera, para que mis exclamación pasaran a ser algo más que quedos jadeos...
Mis manos se aferraban a su cabeza... Le pedí, le rogué que subiera mientras me seguía follando con los dedos... quería empezar a devorarle de nuevo por la boca. Aceptó y para ello tuvo que tumbar su cuerpo sobre él mío antes de que lo hiciera me terminé de desnudar tirando lejos la parte superior de mi ropa... Y mirándole le detuve diciéndole que él estaba demasiado vestido para el momento en que estaba... No sé si batió algún record de velocidad pero no creo que haya visto a nadie desvestirse tan rápido nunca...
Notar su peso sobre mí, sus labios de nuevo invadiendo los míos, mientras me seguía haciendo suya digitalmente... E iba notando que necesitaba más... que mi coño no se conformaba con eso... que quería que me hiciese su mujer por lo menos por unas horas... Como pude le hice levantar y descendí de la mesa para cogerle de la mano y sentarle en uno de los sofás que había en el lugar, y yo me senté sobre él... clavándome su polla en mi coño... notando la extraordinaria dureza que había adquirido... Me sostuvo por las caderas para mantenerme un rato hincada en él. Me llenaba por completo... no es que estuviera portentosamente dotado pero tampoco me importaba... tan solo había estado deseado que me follara por mucho tiempo... y esa fantasía, cumplirla estaba saliendo de la mejor manera, de la forma más excitante y caliente...
Me cogió el rostro y me besó... sin delicadeza, como dos animales en plena cópula, dejándonos llevar por nuestros instintos más primarios... Al retirar sus manos de mi pelvis me dio permiso para dejarme viajar por su polla en un incesante ir y venir... Nuestros cuerpos sudaban y eran uno solo... en esos momentos sentía que él y yo no existíamos como entidades individuales... eramos un único ser fusionándose...
Sus manos descendieron por mi espalda, recorriendo mi columna para ir a posarse en mi trasero abriéndolo ligeramente para permitir que uno de sus dedos recogiese la humedad que emanaba de mi sexo y esparcilo por mi ano en pequeños círculos para ir excitándolo y que fuera receptivo a lo que después vendría... Le regalaría mi virginidad anal a él... espero que supiera apreciarlo... porque no tenía ninguna duda de que era el indicado e idóneo...
Cuando noté que uno de esos dedos se metía poco a poco por esa entrada gemí intensamente... sí me permití dejar escapar sin trabas todo lo que sentía... Mi cuerpo vibró de manera violenta... mi sexo se contrajo sobre el suyo... Mis dientes mordieron sus labios.... mis uñas se clavaron en su espalda y me derramé sobre él al igual que él lo hizo dentro de mi...
Intentando recuperar la respiración oculté mi rostro entre su hombro y cuello. Me acarició el pelo dejando que fuera volviendo en mi... notaba como su leche iba rezumando de mi sexo y por mucho que no me lo creyese... por mucho que mi corazón se iba calmando sabía con toda seguridad que no quería que parase...
De nuevo pareció leerme la mente porque sentí como me levantaba en sus brazos para tumbarme sobre el sofá... Y de nuevo empezó a estimularme deliciosamente... y una sola palabra escapó de mis labios... su nombre...
Y en la soledad de mi baño de espuma y sales de nuevo se oyó ese mismo eco... ese mismo nombre mientras me dejaba invadir por el incontable orgasmo que esa semana ese maldito y querido chico había conseguido de mi.
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